lunes, 31 de marzo de 2014

Ni de Eva ni de Adán : Club de lectura (II)

Nuestra segunda puesta en común de una lectura.

Por mayoría elegimos las vivencias de Amélie Nothomb en su regreso a Japón. La autora nació y vivió allí hasta los cinco años. Con veintiuno vuelve para re-aprender japonés y fundirse con el país como una más. Su punto de partida será convertirse en profesora particular de francés. Su primer alumno será Rinri, un joven de familia adinerada que, a su vez, está entusiasmado con todo lo que no es japonés.Su relación acaba en historia sentimental, más de complicidad, de intimidad que de amor. Pero Amélie ha reconocido que con él tuvo su primera historia de amor feliz. 
"Fui a sacudir a Rinri, que me gruñó que ya era japonés y que me daba cita en el coche, al final de la jornada. Pensé que mientras que yo merecía ser nipona, él merecía ser belga, y salí de nuevo al exterior"

Es un libro basado en su propia vida, pero no sabría decir si es autobiográfico. Me da la sensación que la delgada línea de los recuerdos y la invención es aún más delgada en la escritura de Nothomb. En cualquier caso es un libro interesante, al menos a mi me lo ha parecido. Es mi primera experiencia con ella y necesito reposar antes de la segunda, pero no lo descarto.

Se ríe de sí misma, de su "carácter belga", de algunas situaciones creadas por las costumbres japonesas y las occidentales, pero siempre desde el respeto. Hay extrañeza, pero no rechazo; hay mucha perplejidad, pero soportada en una profunda admiración y en un gran deseo de ser parte de esa cultura y sociedad. 

Con Rinri conocerá ese Japón que la enamora, más de lo que la enamora el joven.

Su forma de escribir es divertida, fresca, ocurrente: te da la impresión de estar en una conversación con alguien excéntrico, diferente, peculiar, pero fascinante. Se compone de anécdotas, reflexiones, metáforas para explicar sentimientos, frases que dejan huella; hay una gran dosis de análisis y de parodia, al mismo tiempo. Es como la viñeta de los humoristas gráficos; la sonrisa con la que nos provocan la reflexión. Me viene a la mente el asimilar un pulpo con el matrimonio, por ejemplo. 
"El nuevo Adán había aprendido la galantería de ir a buscarle un cargamento y la miró comer con ternura. La nueva Eva, egoísta en su pecado, ni siquiera le ofreció un bocado. Me gustaba más ese remake, que se me antojaba más civilizado que el clásico..."

La siguiente frase me hizo sonreír, por que me reconozco en ella. Hace  poco tuve que leer El amante y, llevando ya unas cuantas páginas, lo tuve que volver a comenzar, tenía que encontrar de nuevo el hilo.
 "Cuando terminas un libro de Duras, sientes frustración. Es como una investigación al final de la cual has entendido poco".
Es un libro que me ha dejado un buen sabor de boca, pero tengo que volver a probar la pericia de la cocinera para saber si me termina de conquistar. He dejado muchas citas, frases, evocaciones que me ha dejado esta lectura. Es interesante que un libro te lleve a tantos lugares y te de tanto material en que pensar mientras lo lees. 

Vuestro turno.

viernes, 28 de marzo de 2014

Un eterno primer beso


Un recado en una ciudad cercana. A pesar de la prisa con la que iba me fije en estos dos pequeños. Me tuve que parar y tomar una instantánea.

Feliz viernes.

sábado, 22 de marzo de 2014

Los pies de mis hijas, un poema

Ayer fue el día internacional de la poesía, un día para revindicar a la hermana tímida de la literatura. 


En el reto de lectura que he planteado este año hay cuatro libros de poemas... Yo ya llevo uno. Os dejé un poema y mi comentario aquí. y, de la misma autora otro aquí. También el jueves hice un pequeño guiño... 

Está claro que la poesía es para todos los días, hay que toparse con el poema justo, nada más. Espero que el que os he dejado os emocione y os dibuje una sonrisa a partes iguales; a mí me pasó cuando lo leí.

viernes, 21 de marzo de 2014

Tarta de queso con masa brisa

El miércoles compartí una foto en instagram de la tarta de queso recién salida del horno y Ro fue rápida para pedir la receta. Y mira, una entrada más y un poco de manejo de cámara.

Si tenéis una tarrina de queso de untar, un vaso de leche, medio sobre de levadura, un vaso pequeño de azúcar -o más, según el gusto-, tres huevos y dos cucharadas de maicena, no os hace falta nada más. 

Para la base, en esta ocasión, me he decantado por lo más fácil, una lámina de pasta brisa comprada en el último momento en el super. No tenía ganas de galletas y mantequilla.

En el vaso de la batidora todos los ingredientes -menos la masa- y a mezclar hasta que no haya grumos y todo quede integrado.

En un molde de bizcocho, los redondos que se pueden desmontar son estupendos para esto, se pone la masa con el propio papel vegetal que ya trae, y se pincha el fondo y los bordes con un tenedor. 

En un horno ya precalentado, a unos 180º-200º durante 30-40 minutos con calor arriba y abajo. Vigilar el tueste. 

La masa se dobla sobre la crema de queso y queda una bonita forma. La altura baja un poco cuando lo sacáis del horno, pero es normal. Se deja enfriar sobre una rejilla y listo.

En casa lo hemos servido de tres formas: solo, con nata y con nocilla. La mermelada de fresa o de arándanos ya es un clásico también.

Espero que os guste y que Ro la haga y me cuente. Y vosotras también. Aunque en esto de las tartas de queso cada cual tiene una receta o varias. En el fin de semana puede ser una buena solución para el postre.

jueves, 20 de marzo de 2014

martes, 18 de marzo de 2014

Pan de soda inglés


Esta es mi contribución al día del pan irlandés que parece que se ha instalado en la blogsfera. Hannah ha publicado el suyo, sin gluten y con pinta de estar riquísimo. El mío, como ella dice, es con harina glutanera, pero con el toque especial que le da el centeno. La receta la he encontrado en Olivas en la cocina. Lo que os puede asegurar es que es fácil de hacer, que no hay que esperar levados, básicamente por que no lleva levadura, y que tiene un sabor peculiar, supongo que por la mezcla de miel, buttermilk y bicarbonato. Esta muy rico, al menos para mi gusto. Lo cierto es que quizás se me paso la mano con el tueste, pero con sobreasada estaba muy bueno. Lo que ha sobrado me lo terminaré hoy con unas judías verdes con jamón...

Los ingredientes usados:
150 gr. de harina de centeno
180 gr. de harina de trigo
225 ml. de buttermilk ( leche con zumo de limón y 10 m de espera)
10 gr. de bicarbonato sódico
1 cucharadita de sal
1 cucharada de miel
1 cucharada de aceite de oliva

La preparación hecha:
Precalentamos el horno a 220º.
En un bol las harinas , la sal y el bicarbonato. Mezclar bien. 
Hacemos un hueco en el centro y vertemos la miel, el aceite y la leche "quebrada". 
Se mezcla todo con una cuchara o espátula unos minutos. 
En una mesa, ponemos harina y nos manchamos las manos de paso.
Verteremos la masa en la mesa y amasamos un ratito, lo justo para conseguir una textura lisa. Hacemos una bola. Al principio es pegajosa, pero enseguida se pasa, según se incorpora la poquita harina de la mesa.
En una fuente o bandeja de horno se pone el papel vegetal, sobre él el pan. Hacemos un corte en cruz y al horno.
Han sido 10 minutos a 220º y luego 15 minutos a 200º, lo he bajado a 180º los útlimos 5 minutos (me olía que se me tostaba demasiado)
Lo sacamos y a enfriar. 
Para que veáis lo cómodo de este pan: lo comencé a las siete y poco de la tarde; a las 8:15 estaba enfriándose y la las 9, cenamos.

Pues eso, otro pan para el recetario.

sábado, 15 de marzo de 2014

La historia de un hombre

Lo mejor para que la montaña de ropa sea más llevadera es un programa de televisión.

Últimamente esa tarea la hago con documentales de moda que suelen pasar por Canal+ y que mi marido me va grabando casi de forma automática. Entre los títulos me llamó la atención un nombre, Ozwald Boateng.


El documental, El hombre más cool del mundo, grabado a lo largo de 12 años, muestra la vida, profesional y personal, de este sastre inglés, caballero del Imperio Británico por su contribución a la industria de la moda, al que clasifican como el hombre más elegante del mundo; tiene porte de modelo, desde luego, pero tiene, sobre todo, pasión por su trabajo. Es una vida de éxito profesional, sin duda, pero también ha dejado mucho por el camino, y lo reconoce, lo sabe. Me pareció un gran documental. 


martes, 4 de marzo de 2014